La Energía





Todos somos "energía", nuestro cuerpo genera energía en cada una de sus funciones vitales, y nuestra alma etérea es energía pura por sí misma.
Si partimos del concepto de que pertenecemos a un "todo universal" llamado Conciencia colectiva; es lógico pensar que somos canalizadores de energía por motus propio, ya que dicha condición es innata dado que pertenecemos a ese "todo".
Así es como a veces decretamos con el pensamiento o la palabra, algo que posteriormente sucede. Y eso pasa porque le hemos dado "intención" a lo deseado. Esa "intención" no es más que nuestra energía en forma de deseo dicha a ese Universo al cual pertenecemos, que se sincroniza con nuestra petición y termina cumpliéndola.
Muchas veces palabras,abrazos, buenos deseos; obran como mitigantes de situaciones angustiosas. Por una parte el ser doliente recibe energía sanadora y por otra parte quien la emite está canalizando la energía Universal.
Con respecto a la palabrita "sanadora" o "curativa", lo tomo a modo simbólico. Considero que estos vocablos -a mi criterio- se condicen con resultados inequívocos de ausencia total de malestar. Y a veces la mitigación de la dolencia no es completa y absoluta, por ende la sanación no resultaría.
Podemos estar horas tratando esto filosóficamente pero prefiero continuar desarrollando este tema de la Energía interna que tenemos.
Es así, que a lo largo de estos años, y habiendo aprendido y practicado Reiki, concluyo que el éxito de ser canalizadores de energía sucede cuando logramos sincronizarnos con quien la recibe. Para ello, debemos "vibrar" en la misma sintonía, y eso es algo que se logra con la práctica.
Donde vivo, existe un "cura sanador", un sacerdote llamado Padre Ignacio oriundo de Ceilán, carismático, que hace décadas está en Rosario y que desde que llegó (lo conozco porque fue con quien hice catecismo), ha practicado sutilmente Reiki a los fieles. Es de reconocer que en los 80's la palabrita "Reiki" no era muy común en este lado de Occidente.
Creo que la vida es una continua curva de aprendizaje. LLegamos amnésicos de lo aprendido espiritualmente en otras vidas, para poner a prueba nuestro alma y en esta evolución terrenal, continuar creciendo espiritualmente.
Creo en la reencarnación. Creo en que existen cielos distintos en donde las almas se encuentran y continúan su aprendizaje. Creo que la vida terrenal es una instancia de "pase" para seguir evolucionando como seres de Luz que somos. Yo diría que son "las pruebas" a las que nos exponemos para continuar aprendiendo y llegar a esa instancia máxima en donde podemos despojarnos de este cuerpo material y concreto para ser esencialmente, energía pura y lumínica.
Desde pequeña he sido innatamente curiosa. Agradezco a mi padre me haya inculcado el gusto por la metafísica, la meditación, el yoga, la música y el amor por la naturaleza y todos los seres vivos. Agradezco a mi madre la templanza, la constancia y la terquedad por lograr lo deseado. No podría haber elegido mejores padres.
Soy afortunada por tener compañeros de ruta (vida) a los que llamo ángeles terrenales, tengo el amor fraternal de mis dos hermanos a los que adoro con locura, tengo una maestra (Eva) que me enseña y me acompaña en este camino de aprendizaje de Reiki y crecimiento espiritual.
Sé que después de esta vida terrenal existe otra, porque me tocó estar allí. Sé que somos aves de paso, y que nuestras almas se buscan, se reconocen y se encuentran para cumplir mandatos y promesas hechos en otros cielos.
Sé que cuanto más se agradece, el Universo gratifica... así que te sugiero algo "Agradece cada día todo lo que se te brinda"... nada es casualidad, sino causalidad, aún en lo malo existe la lección de vida que debemos aprender.
Nada es casualidad si de Luz se trata, todo tiene "un como, un por qué y un para qué"; y está en nosotros descubrir esos interrogantes.

